miércoles, 10 de marzo de 2010

artes


Los mixtecos construyeron edificios decorados con grecas de piedra que demuestran su habilidad como artesanos. Desarrollaron un estilo de cerámica con mucho colorido, trabajaron los metales y se destacaron como excelentes orfebres. Con oro, plata, cobre y piedras preciosas como la turquesa, las perlas y los corales, realizaron hermosos collares, pectorales, brazaletes, narigueras y anillos. Además, destacaron como comerciantes y mostraron interés por la herbolaria, así como por la astronomía.

Los mixtecas se distinguieron por ser unos de los mejores artistas del horizonte Posclásico. En cuanto a cerámica, hicieron vasos, tapas, jarras, platos, vasijas trípodes y de figuras zoomorfas, y en algunas ocasiones antropomorfas. Eran policromadas y los colores empleados eran rojo, naranja, negro, gris y blanco. En cuanto a sus códices, además de la importancia histórica, su valor artístico es inapreciable. La escritura era jeroglífica, calendárica, onomástica, toponímica y otras más de tipo ideográfica y fonética.

Los mixtecas son reconocidos como grandes orfebres, donde sus creaciones incluyen una amplia gama de joyas: collares, anillos, pulseras, protectores de uñas, orejeras, narigueras, mangos de abanicos y pectorales, así como también los trabajos con incrustación de turquesas; sobresalen las joyas encontradas en la "Tumba # 7". Estas joyas muestran la delicadeza y maestría con la que los mixtecas llegaron a trabajar el oro. Pendiente de oro con la representación de Xipe Totec, dios de los joyeros y la primavera, procedente de la tumba 7. Entre sus especialidades se podían citar los mosaicos de plumas, la alfarería polícroma decorada y el tejido y bordado de telas.

Los mixtecos se caracterizaron por escribir códices sobre tiras de piel de venado o en papel amate y usando tinta de cochinilla, en los que registraban acontecimientos diversos e importantes, que actualmente son un bello testimonio de su historia. La historia más conocida de los Códices Mixtecos esta escrita en los códices Nutall y Bodley, donde se ralata la historia epica de 8 Venado, nombrado así por el día en que nació, con el nombre personal de Garra de Jaguar. El señor Ocho venado logró unir al reino de la Mixteca.

De los "tlacuilos" decían que eran:

"Los que están mirando, los que cuentan, los que vuelven ruidosamente las hojas de los libros de pinturas. Los que tienen en su poder la tinta negra y roja, las pinturas. Ellos nos llevan, nos guían, nos dicen el camino".

Durante dos milenios, los habitantes de Monte Albán, nos muestran síntesis de dos culturas, la zapoteca y la mixteca, que dieron como fruto la concepción de un sitio fantástico, mágico y monumental, que nos ofrece, de manera generosa, un claro ejemplo de la grandeza del mundo prehispánico.

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